¡¡Si no me hago un kimono me muero del antojo!! Tenía muchas ganas de tener uno y me parecía que podía ser un proyecto curioso.
Compré una tela con mucha caída y fue un desastre. Marcar la tela fue un desafío y ya no os digo nada de cortarla y coserla. ¡Estas telas parece que se mueven solas! Es la primera vez que cosía una tela de este tipo y no sé si volveré a hacerlo, aunque la frescura del resultado me ha encantado.
Y siguiendo a mi adorada Tatiana de La Porta Mágica y a Verónica de uVe, me he autohecho una sesión de fotos con poses chorras, es divertidísimo jajajaja. Si no las conocéis, no dejéis de pasar por sus blogs, son muy grandes.
Pasaos por el Rums a ver más maravillas ;)